Cientos de personas se congregaron este martes por la tarde frente al Congreso y en distintos puntos del país para reclamar justicia por Fernando Báez Sosa, el joven asesinado por un grupo a la salida de un boliche en la ciudad balnearia de Villa Gesell, al cumplirse un mes del crimen.
Graciela, la madre de Fernando Báez Sosa, habló durante la marcha y agradeció a la multitud por acompañarla y dijo que con la ayuda de la gente "se va a hacer justicia" por su hijo y todas las víctimas de violencia.
"Lo que le hicieron a mi hijo es terrible: no le dieron oportunidad de defenderse; lo mataron a traición. Era un chico decente, bueno, que amaba la vida, a su prójimo, quería ayudar a todo el mundo, tenía metas y objetivos. Lo que le hicieron nos arruinó la vida a mi esposo, a mí y a todos los que lo queremos", expresó.
La familia de la víctima encabezó la movilización en Capital Federal, que se replicó en diferentes ciudades y en el exterior, con actos también en Londres y Barcelona.
"Estoy agradecida con ustedes por acompañarme. Desde que perdimos a nuestro hijo mi vida no es fácil. Todo se nos vino abajo. Era nuestro sostén, nuestra lucha para seguir adelante. Quiero justicia por mi hijo, él está entre nosotros", insistió la mamá de Fernando.
Y agregó: "Al verlos a todos ustedes siento que tengo energía para seguir luchando por mi hijo. Quiero que paguen por lo que hicieron. Fernando era mi vida. No saben cómo lo extraño".
La hermana Martha Pelloni, coordinadora de la Red de Infancia Robada, dijo a la prensa: "El crimen de Fernando nos ha tocado muy de cerca porque estas situaciones despiertan a la sociedad. Somos emocionales. Es un momento crucial para la Justicia".
"También es crucial lo que están haciendo los medios, que son los investigadores en esta situación de Fernando. El país está acompañando a los papás, hay marchas en todas las provincias. Tenemos que hacer prevención educativa de las violencias de todo tipo, que nos han convertido en un país de violencia estructural", añadió la religiosa. Otros puntos de concentración fueron la Plaza de la Independencia, en Mendoza; el Paseo de las Rosas, en Ushuaia; la Plaza 25 de Mayo de San Juan, la puerta del consulado argentino en Barcelona y la catedral de San Pablo, en Londres.