Una nieta y un bisnieto del fallecido ex senador estadounidense Robert Kennedy fueron dados por muertos tras haber desaparecido cuando estaban a bordo de una canoa en la bahía de Chesapeake, en Maryland, Estados Unidos.
Se trata de Maeve Kennedy Townsend McKean, de 40 años, y su hijo Gideon, de ocho. Kathleen Kennedy Townsend -madre de la primera y abuela del segundo- confirmó la triste noticia en un comunicado.
Maeve y Gideon habían desaparecido en la tarde del jueves en aguas de la localidad de Shady Side, Maryland, a unos 50 kilómetros al este de Washington.
Kathleen lamentó en el comunicado que la búsqueda pasara de ser una misión de “rescate” a una de “recuperación” de los cuerpos y admitió que el tiempo transcurrido y las condiciones del hecho habilitan a suponer que sus parientes murieron.
Según fuentes oficiales y familiares, Maeve y Gideon subieron a la canoa con la intención de recuperar una pelota con la que estaban jugando varios niños en la vivienda familiar y había caído al mar.
David McKean, esposo de Maeve y padre de Gideon, dijo a The Washington Post que “se alejaron más de lo que podían controlar y no pudieron regresar”.
Una persona llamó a las autoridades avisando que dos personas en una canoa intentaban infructuosamente regresar a la costa y pese a que la Guardia Costera revisó por aire y mar un área de 6.000 kilómetros cuadrados solo pudo recuperar el bote un rato después de la desaparición.
En el momento en que los Kennedy desaparecieron soplaban vientos de hasta 50 kilómetros por hora y había olas de casi un metro, según las crónicas citadas.
La desaparición de Maeve y Gideon alimenta la leyenda trágica de la familia Kennedy, que se remonta a 1944, cuando Joseph Patrick -el hermano mayor de Robert- murió al explotar su avión en un bombardeo en el Reino Unido, durante la Segunda Guerra Mundial.
Otros dos hermanos de Robert fallecerían de manera no natural antes que él mismo: Kathleen Agnes, en un accidente aéreo en Francia, en 1948, y el presidente John Fitzgerald, asesinado a balazos en Dallas, en 1963.
El propio Robert murió en 1968, cuando era senador, un día después de haber sido baleado en Los Ángeles mientras celebraba su victoria en las primarias del Partido Demócrata para las elecciones presidenciales de ese año.
David Anthony -hijo de Robert- y su esposa Ethel fallecieron en Palm Beach por sobredosis de drogas en 1984.
Michael LeMoyne, hermano de David Anthonym, murió en Aspen tras chocar contra un árbol mientras jugaba fútbol americano en esquíes en una pendiente nevada, en 1997.
John Fitzgerald Jr. -hijo del presidente asesinado-, su esposa Carolyn Bessette y su cuñada Lauren perdieron la vida cuando el avión que él conducía cayó al océano Atlántico, en 1999.
En 2012, Mary Richardson Kennedy, ex esposa de Robert Jr. -hijo del senador-, fue hallada muerta en su casa tras serios problemas por consumo de drogas y alcohol, y el informe forense dictaminó que falleció de asfixia por ahorcamiento.
En 2019, Saoirse Kennedy Hill, nieta de Robert, fue encontrada muerta por sobredosis de drogas en la casa familiar de Barnstable, Massachusetts.