La leyenda del arco de River tenía 93 años. Es considerado uno de los mejores guardavallas argentinos de todos los tiempos.
Tras luchar contra una prolongada enfermedad, murió a los 93 años en la mañana de este viernes el ex arquero de River Amadeo Raúl Carrizo. La leyenda del "millonario" falleció en la ciudad de Buenos Aires donde residía desde hace muchos años junto a su familia. Sus restos serán cremados y llevados a la ciudad santafesina de Rufino, de donde era oriundos.
Tal vez esta frase resuma buena parte de la destacada y larguísima carrera de Amadeo Raúl Carrizo Larretape, quien debutó en River en 1945, a los 18 años, y jugó su último partido en 1968, con 42, una cifra legendaria que en buena parte se explica por sus magistrales dotes para el arco y porque se animó a hacer cosas que ningún guardameta había imaginado, al punto de convertirse en el primer arquero-jugador, saliendo de los tres palos y anticipándose a las jugadas.
Carrizo, para muchos el mejor arquero de la historia del fútbol argentino, vivió muchos momentos de gloria, desde ‘La Máquina’ de River de los años cuarenta hasta ‘La Maquinita’ de los ’50. Fue dueño de la valla invicta de la selección argentina en la Copa de las Naciones de 1964, pero también afrontó duras rachas como la de 11 de los 18 años sin títulos con la banda roja entre 1957 y 1968; o la tremenda goleada en contra ante Checoslovaquia en el Mundial de Suecia de 1958 (6-1) que le generó la salida del equipo nacional por varios años y una adversa reacción popular.